Sobre FEMME VITALE:

Este trabajo aúna obras de cantautoras latinoamericanas reversionadas en su mayoría por un equipo de diez personas que se conoció en el "Taller para tus canciones" realizado por Doctor Pez en el subterráneo del SOFA el año 2016. Se les invitó a crear arreglos espontáneos sobre las variaciones en guitarra y voz que Doc mostraba y se grabaron al instante, en el mismo subterráneo, durante 3 sesiones en vivo.
El primer y último track de este trabajo fueron grabados tiempo después por Doctor Pez en su casa, contando con la ocarina de su compañera Evita Paraíso para dar comienzo a esta interpelación a las autoras: ¿Cuánto hay de patriarcal en la propiedad intelectual?

Sobre la serie CORTESÍAS:

El proyecto musical “Cortesías” es un experimento creativo
basado en canciones de otros músicos sin previa autorización. Es
tanto un paso hacia la discusión del valor ético de la propiedad
intelectual, como un salto al vacío de la brutalidad de las
concesiones y los acuerdos culturales.

No busca lucrar ni estimar la copia por sobre el original. No
intenta homenajear ni ofender a los autores cuya obra ha sido
revisitada, reformulada, su trayectoria desviada.

“Cortesías” se plantea como una experiencia cooperativa en
cuatro etapas y en cada cual se busca un equipo que comparta el
trabajo y que lo sustente adecuadamente.

En un principio se pensó en trabajar colaborativamente dado
el carácter lúdico que se perseguía: una especie de racconto hacia
esos tempranos momentos de la vida junto a los amigos, en torno a
una o más guitarras, aprendiendo los primeros acordes,
interpretando canciones de otros.

Luego la cooperación adquirió otro carácter. Ideológicamente
resultó ir muy de la mano del espíritu crítico que es la médula de
“Cortesías” pues el principal dardo que arroja hacia la propiedad
intelectual denuncia su constante promoción de apegos, egoísmos,
atrincheramiento en “las cosas” o, más bien, en “mis cosas”.

Finalmente el trabajo en equipo va en pro de una experiencia
liberadora, de un intercambio de saberes y sentires, de una
oportunidad que se le presenta a todo quien participa, de observar
y analizar lo que estime conveniente.

A modo de resultado esperado, más que controversia se está
en pos de una incertidumbre y una experiencia real como
herramienta personal de crítica y opinión al interior de esta misma
incertidumbre. Todo aquel que participe activa o pasivamente
podrá bucear en las oscuras aguas de nuestra cultura donde el
concepto de autoría con derechos y sin deberes se enraíza y se
impone.

Cabe mencionar que en ninguna de las cuatro etapas de
“Cortesías” fluye dinero por concepto de gestión, producción,
honorarios u otros. Con esto se busca acentuar la condición utópica
de la obra, su rol como agente que se moviliza contra el paradigma
actual de desarrollo impuesto por la industria cultural, basado en la
tasación monetaria de los “productos artísticos”.

En este sentido, se propone otra incertidumbre, aún más
radical que la anterior, pero cuyo despeje está en manos del que
quiera trabajar en ello.